Detenga las transferencias de armas que alimentan las atrocidades: reduzca el sufrimiento humano.
Ese fue el llamamiento urgente a los gobiernos de los miembros de Armas bajo Control de África, América, Asia, el Caribe, Europa, Medio Oriente y el Pacífico cuando se reunieron en Ginebra la semana pasada para la tercera Conferencia anual de los Estados Partes en el Tratado de Comercio de Armas (CSP 2017).
Con las crisis humanitarias y los altos niveles de violencia armada que azotan Yemen, Sudán del Sur, Filipinas y Venezuela, alimentados por transferencias de armas, fue una oportunidad crucial para los Estados Partes para dejar de rebuscar papel y comenzar a salvar vidas. Radhya Al-Mutawakel, miembro yemenita de la Organización Mwatana para los Derechos Humanos, intervino en el Panel de Alto Nivel, testificando la terrible crisis humanitaria en Yemen, y haciendo un llamamiento a los gobiernos presentes para aprovechar la oportunidad de detener el flujo de armas que alimentan el crisis.
Durante la semana, aunque unos pocos gobiernos hablaron sobre transferencias de armas problemáticas, solo Costa Rica nombró directamente a Yemen como una preocupación, y la lucha para lograr que los Estados Partes del TCA terminen con la actitud de ‘negocios como siempre’ continúa.
CSP 2017 también tuvo lugar al mismo tiempo que la feria de armas más grande del mundo en Londres. La amarga ironía de este enfrentamiento pareció eludir en gran medida a varios diplomáticos, pero habló de la necesidad urgente de que esta reunión salga de la burbuja burocrática y aborde directamente las consecuencias del comercio de armas en el mundo real.
Una serie de eventos paralelos trajeron discusiones más sustanciales, incluyendo cómo las transferencias de armas alimentan las atrocidades en la región MENA, el vínculo entre la venta de armas y la violencia de género, y trabajan en todo el mundo para apoyar la implementación efectiva de tratados.
Hubo algún progreso en el área de transparencia. No todos los gobiernos que deben enviar sus informes anuales sobre su actividad de transferencia en 2016 lo han hecho aún, y muchos de ellos lo han mantenido en secreto. En CSP 2017, muchos gobiernos pidieron informes públicos y puntuales por parte de todos los Estados Partes, y uno de los países que había presentado previamente un informe privado para 2016, Senegal, solicitó que se hiciera público su informe.
Esta fue también la primera conferencia TCA que incluyó un enfoque específico sobre cómo el Tratado podría vincularse con el resto del mundo. En un debate especial sobre los vínculos entre el TCA y los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, los gobiernos profundizaron en las formas en que la violencia armada y el suministro incontrolado de armas pueden destruir los esfuerzos de desarrollo. Este es un tema que continuará siendo explorado en el próximo año, pero el hecho de que los gobiernos identificaron vínculos amplios y profundos entre los dos instrumentos es alentador, ya que la incapacidad o la falta de voluntad para implementar adecuadamente cualquiera podría condenar ambos al fracaso.
En última instancia, las esperanzas de aquellos que pensaban que esta reunión podría ser un punto de inflexión en la ambición y el impacto de los Estados Partes en el TCA se vieron frustrados. Los momentos importantes de fondo que surgieron durante CSP 2017 lucharon por llamar la atención ya que los diplomáticos volvieron a mirar más hacia el proceso.
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